lunes, 15 de octubre de 2007

Ironman World Championship Hawai 2007

Pues eso, que este finde se ha celebrado el Campeonato del Mundo de IRONMAN... Solo puedes ir habiendo participado en otro Ironman durante la presente temporada, y cumpliendo los requisitos de tiempo mínimos. Son unas auténticas bestias pardas, el ganador hace el parcial de la maratón en 2h42!!!!
Las clasificaciones de los primeros:
Los parciales son la bomba...
1er español Eneko Llanos en 7ª posición
1er catalán Marcel Zamora en 2oª posición.
Mención también a Francisco Pontano, 11º. Argentino que vive y entrena en Olot y que hace el mejor parcial en natación de la prueba.

Fin de Semana en La Restanca

Po zi, hemos estado este puente en la Vall d'Aran, Mar, Montse, Feliu y un servidor. Hemos hecho 3 noches en el refugio de La Restanca (2008mts) y ahi hemos hecho unas cuantas excursiones.
La verdad es que me lo he pasado teta, y además he aprovechado para correr un ratillo siguiendo algunos de los tramos por donde pasa la cursa "Carros de Foc" (55kms y + de 9000mts de desnivel acumulado).
Ya iré poniendo algunas fotillos, por ahora este es el mini-plano del recorrido de la Carros de Foc:
Y este es el refugio de la Restanca:

jueves, 11 de octubre de 2007

Sentir el cuerpo puede ser un ancla para el momento presente

Sentir el cuerpo puede ser un ancla para el momento presente "VIVIMOS ATRAPADOS ENTRE EL PASADO Y EL FUTURO" ENTREVISTA · Eckhart Tolle · Maestro espiritual Tengo 59 años. Nací en Alemania y vivo en Vancouver. Me licencié en Londres en Filosofía y Letras. Vivo en pareja. Doy conferencias por el mundo sobre el poder del ahora. Política, economía y estructuras sociales son un reflejo de la conciencia del individuo. Está surgiendo una nueva conciencia que todavía no ha alcanzado a los políticos La mente humana tiene un elemento muy grande de disfunción, casi de locura, basta ver la historia del siglo XX. Pero creo que estamos ante un cambio de conciencia. ¿Por qué? Recibo a diario cientos de cartas y correos de gente de todo el mundo que está experimentando esa transformación. Cuando se alcance un número crítico, veremos un cambio global. ¿Y en qué consiste ese cambio individual que será global? En tomar conciencia de que dentro de la mente hay una voz que constantemente habla: es el diálogo interior. Ruido... Dicen los psicólogos que el 98% de los pensamientos cotidianos son repeticiones de pensamientos antiguos. La mayoría de la gente se ha identificado con esa voz, cree que ella es la voz. ¿Y qué somos? El sentido de lo que soy, del yo, deriva de los pensamientos, de esa voz que me cuenta mi historia personal y las cosas con las que me identifico. Pero más allá de este yo superficial hay un yo más profundo con el que hemos perdido el contacto. ¿No somos un conjunto de vivencias y sentimientos? Nos identificamos con el pasado y nos proyectamos en el futuro. Nuestra mente busca la realización en el momento próximo: dentro de una hora, un mes o cinco años. Vivimos tratando de llegar al momento siguiente, y eso se ha convertido en un patrón mental que nos hace vivir en un estado perpetuo de insatisfacción, porque no realizamos lo más importante que hay en la vida, que es el momento presente. ¿Cómo cambiar ese patrón mental? El primer paso es tomar conciencia de que hay una voz en mi mente que es en realidad un antiguo pensamiento que se repite. El segundo paso es hacerse más consciente de nuestra relación con el momento presente; es decir, preguntarse muchas veces al día cuál es mi relación con el momento presente: ¿trato ese momento como si fuera mi amigo o mi enemigo? Entiendo. O estamos en una situación de oposición al momento presente (no me gusta donde estoy, esto no debería pasar, no me gusta lo que haces...), o simplemente lo utilizamos para llegar al momento próximo en el que me gustaría estar. Así la vida se pierde. ¿Qué hacemos? Siendo consciente, tengo el poder de elegir transformar el presente en un amigo. La vida y el momento presente son lo mismo, no aceptarlo es estar contra la vida. Pero hay trabajos que terminar, proyectos... No estoy hablando de tiempo de reloj sino de tiempo psicológico. La mente es una herramienta útil: tengo ese proyecto y le dedico un tiempo de reloj con presencia. La disfunción es proyectarse mentalmente en el futuro, pensar que quieres acabar mientras estás en ello, eso es el estrés. Le daré algunos consejos: empiece por sentir la vida dentro de su cuerpo. ¿Cómo? Cierre los ojos y pregúntese cómo puede saber si su mano todavía está ahí; entonces la atención va de la cabeza - donde normalmente reside- a la mano: sentirá una cierta vitalidad en ella. Esa energía, ese calor, puede sentirlo en el resto del cuerpo. Sentir el cuerpo puede ser un ancla para el momento presente. Basta un minuto, pero hay que hacerlo varias veces al día. ¿Sentir la vida más allá de los pensamientos? Exacto, cada vez que lo haces estás presente. Otro consejo es tomar conciencia de las percepciones sensoriales. Si quiere entrar en el momento presente, ancle parte de la atención en el cuerpo y el resto en percibir lo que le rodea. La compulsión de nombrar lo que vemos y enjuiciar desaparece. En el hacer nos perdemos. Porque el ruido mental nos controla. Otra práctica es hacer las cosas cotidianas con consciencia, cosas que hasta ahora eran un medio para llegar a un fin. Sienta el agua fría cuando se lava las manos. No pensar, percibir. Así es, introducir poco a poco presencia en la vida, darle calidad. El momento presente no es lo que sucede sino tu consciencia. Debemos introducir esa dimensión en nuestra vida y durante un tiempo la vieja consciencia vendrá y nos perderemos en ella, pero volveremos a despertarnos. ¿Y las emociones? Son una reacción del cuerpo a los pensamientos. Si la mente me dice que una situación es mala o desagradable, el cuerpo lo acepta como realidad y tengo emociones negativas. Transformamos casi toda nuestra vida en algo problemático. El sufrimiento se acumula... Los pensamientos crean emociones, emociones que a su vez refuerzan viejos dolores emocionales. Pero si estás presente, el cuerpo dolor, como yo lo llamo, no puede utilizar tus pensamientos. Sabes que sientes frustración o rabia, pero no te identificas con ello. ¿Cómo romper la distancia con los otros? Por medio de los pensamientos yo me interpreto a mí mismo, me nombro mi vida como buena o mala, defino mi existencia por medio de palabras. Yo me lo hago a mí mismo y lo hago con las otras personas, ésa es la separación que cada persona siente: la pantalla mental que surge cuando lo único que tienes son tus pensamientos. El yo y el conmigo "No puedo seguir viviendo conmigo. Ese pensamiento se repetía en mi mente una y otra vez. Entonces, de repente, me di cuenta de que era un pensamiento muy peculiar: ¿soy uno o dos? Si no puedo vivir conmigo, debe de haber dos yoes: el yo y el conmigo con el que ya no puedo vivir. Quizá, pensé, sólo uno de los dos sea real". Así comenzó su transformación, que alcanzó gran lucidez. Abandonó su puesto de investigador en la Universidad de Cambridge y se dedicó a dar seminarios por el mundo. Ha estado en Barcelona invitado por Trigrama. El poder del ahora y Un mundo nuevo, ahora resumen su filosofía.

martes, 2 de octubre de 2007

Mi héroe

Os pensábais que mi héroe iba a ser Gebrselassie, Bekele, Tergat o Radcliffe???
Pues no, este es mi héroe:
De toda la vida...

lunes, 1 de octubre de 2007

+ Sobre Gebrselassie

CRÓNICA: Atletismo - La fuerza de voluntad de una leyenda Gebrselassie domina por fin el maratón Cinco años después de su primer intento, el etíope bate el récord mundial con una marca de 2h 4m 26s CARLOS ARRIBAS - Stuttgart - 01/10/2007 Los límites son de goma o no existen. Con tres semanas justas de diferencia, dos atletas han viajado hasta las fronteras del rendimiento humano batiendo los dos récords mundiales más significativos: el que designa al hombre más rápido del planeta, el de los 100 metros (Asafa Powell, 9,74s; Rieti, 9 de septiembre) y el que señala al más resistente a mayor velocidad, el del maratón (42,195 kilómetros) (Haile Gebrselassie, 2h 4m 26s; ayer en Berlín, en la misma puerta de Brandeburgo: el no va más, 2m 57s por kilómetro, más de 20 kilómetros por hora de velocidad media). Para Powell, jamaicano de 25 años, el récord llegó como una muestra de su talento puro, una etapa más en su evolución natural como atleta; para Gebrselassie, etíope de, oficialmente, 34 años, ha llegado, en cambio, por puro empecinamiento, puro producto de una fuerza de voluntad única. A sus 34 años, recorrió los 42.195 metros a más de 20 kilómetros por hora de media Hace cinco años, Gebrselassie, un prodigio de la carrera a pie, capaz de ganar títulos mundiales en todas las distancias, desde los 1.500 hasta los 10.000 metros, presintió que sus tiempos como el mejor en la pista -doble campeón olímpico, triple campeón mundial, plusmarquista mundial de los 5.000 y los 10.000 metros- llegaban a su fin. A su sombra, en su misma Etiopía, en su mismo territorio atlético, con la misma polivalencia y versatilidad, crecía a toda velocidad Kenenisa Bekele. Antes que enfrentarse, Gebre dio un paso adelante, abandonó la pista y salió a la carretera, donde, ningún fisiólogo lo dudaba, le esperaba con los brazos abiertos el récord del maratón, la promesa de convertirse en el heredero a pleno derecho de Abebe Bikila, el único mito del atletismo etíope. El choque con la realidad fue brutal. En el maratón de su debut, en Londres en 2002, se batió el récord pero el autor de la hazaña no fue él, sino el marroquí Jalid Januchi (2h 5m 38s). A él también le ganó su gran rival en las pistas, el keniano Paul Tergat -el hombre que le hizo exigirse al máximo en las finales de los 10.000 de los Juegos de Atlanta 1996 y Sidney 2000-, quien parecía adaptarse mejor tanto a la distancia como a la superficie, al asfalto, a las zapatillas sin clavos. Y, pese a realizar un magnífico tiempo para un debutante (2h 6m 35s), deprimido y dolorido, machacado, Gebrselassie dejó las carreteras y regresó a las pistas, en las que Bekele, sin piedad, le fue despojando sistemáticamente de récords y títulos. Su momento más bajo llegó tras los Juegos de Atenas 2004 (quinto en los 10.000 metros), que corrió lesionado. Poco después se operó de su eternamente dolorido tendón de Aquiles. Parecía más próximo a la retirada que al resurgimiento y, sin embargo, como si simplemente hubiera retrocedido para tomar impulso, en enero de 2005 comenzó su segunda carrera, la que le llevó ayer al récord. "Para mí, correr es como respirar; es mi vida", dijo entonces, cuando regresó, en la media maratón. Habló también de su deseo de convertirse en leyenda, como Zatopek, como Bikila, el etíope que ganó el maratón de los Juegos de Roma 1960 con los pies descalzos y que repitió en los de Tokio 1964; habló de su orgullo de ver cómo Bekele le sucedía inspirándose en él. Un año después, en Arizona, batió el récord de la media maratón (58m 55s). Dos años más tarde, hace apenas tres meses, en Ostrava, el récord de la hora (21,285 kilómetros). Y, entre medias, un asalto fallido al récord del maratón, hace un año justo, también en Berlín, el lugar en el que Tergat precisamente se había convertido en septiembre de 2003 en el primer atleta capaz de bajar de 2h 5m dejando la plusmarca en 2h 4m 55s. El viento de cara en los últimos kilómetros y la falta de liebres acabaron con las esperanzas de Gebre en 2006. Ayer, sin embargo, las circunstancias fueron casi ideales en la capital alemana, que vivió su tercer récord (hace nueve años también lo batió allí el brasileño Ronaldo da Costa): 16 grados centígrados, nubes al principio, luego sol, un recorrido prácticamente plano (sólo 30 metros de desnivel total), 40.000 corredores más como telón de fondo, más de un millón de espectadores en las calles, incentivos económicos de primer orden (250.000 euros de fijo de salida, 50.000 más por ganar y otros 50.000 por batir el récord) y cinco liebres de gran calidad que tiraron del etíope hasta el kilómetro 30. Antes, ya había cimentado el récord. Al paso por el kilómetro 10, ya mejoraba el tiempo de Tergat en 2003 en 32s. El resto de la carrera consistió en mantener la diferencia: en la medio maratón era exactamente la misma, 32s (62m 29s frente a 63m 1s). En la puerta de Brandeburgo, en la línea de meta, la distancia había bajado imperceptiblemente: 2h 4m 26s frente a las 2h 4m 55s de Tergat. En la víspera Gebrselassie había escrito 2h 3m cuando su patrocinador le había pedido una cifra. "Hay que fijarse objetivos ambiciosos", dijo el etíope, que había preparado la cita durante 100 días de entrenamientos asfixiantes, los necesarios para someter al cuerpo a un ritmo inferior a los tres minutos por kilómetro. El detalle habla de la ambición de Gebrselassie, a quien sólo queda un sueño por cumplir: proclamarse en Pekín 2008 campeón olímpico de maratón. Después, quizás, o antes, en Dubai, en febrero, pueda seguir acercándose más aún a los límites del ser humano.

Gebrselassie bate el récord mundial de maratón

El etíope paró el cronómetro en 2:04:26 y mejoró en 29 segundos la marca impuesta por el keniano Paul Tergat en el 2003 30/09/2007 Actualizada a las 22:10h Berlín. (EFE).- El etíope Haile Gebrselassie rompió hoy el récord mundial de maratón al correr la distancia en Berlín en 2:04:26. Gebrselassie mejoró la marca que del keniano Paul Tergat, que había corrido en 2003 el mismo trayecto berlinés en 2:04:55. El etíope ya había intentado mejorar el récord del mundo en Berlín el año pasado, pero en los últimos cuatro kilómetros el viento en contra le cortó el ritmo y tuvo que aplazar su objetivo. Este año las condiciones fueron mejores, como el propio Gebrselassie lo dijo al término de la carrera. "El clima era mejor, había más público en el trayecto y había menos viento", dijo Gebrselassie, que considera que ante todo el público le ayudó a imponer la nueva marca. "Tengo que darle las gracias al público, el público fue el que me llevó hasta la meta", dijo el etíope. La intención de Gebrselassie era imponer un récord mejor que el alcanzado. "Quería estar entre 2:03 y 2:04. Al final fui un poco más lento y le tengo que pedir perdón al público", dijo irónicamente el etíope. Los primeros kilómetros de la carrera ya mostraron que el objetivo de romper el récord del mundo iba en serio. Gebrselassie rompió el grupo desde el comienzo y al pasar el kilómetro 2 ya sólo lo rodeaban las cinco liebres. Las liebres eran un cuarteto de kenianos de lujo, Wilson Kiger, Peter Kiprotich, Andrew Limo y Rodgers Rop (ganador del maratón de Nueva York) y el etíope Eshetu Wondimu. El kilómetro 5 lo pasaron en 14:43. El ritmo era de récord mundial. Se corría para 2:04, es decir para mejorar en 55 segundos el récord de Paul Tergat. Con ese ritmo, el peligro que había era que se estuviese corriendo demasiado rápido la primera mitad de la carrera. Bien por prudencia o bien porque las fuerzas de las liebres no alcanzaron, el ritmo bajó un poco en los siguientes kilómetros y al pasar el kilómetro 10 se iba en pos de un récord de 2:04:15. Al pasar por la marca del medio maratón, los cronómetros mostraban 1:02:28 y el ritmo era justo para mejorar el récord mundial de Tergat. Sin embargo, había dudas. El ritmo había ido bajando y la pregunta que flotaba en el ambiente era si Gebrselassie y sus liebres no habían exagerado el paso en los primeros kilómetros. Había que preguntarse además si el etíope iba a tener suficiente fondo, sobre todo para el momento en que las liebres lo dejaran sólo en el trayecto. Cuando Tergat batió el récord del mundo, había tenido la suerte de que Sami Korir lo acompañara hasta los últimos kilómetros. Eso es algo que ayuda psicológicamente mientras un corredor que se queda sólo tiene que hacer un esfuerzo de concentración tremendo para mantener el ritmo que se ha propuesto. Ya tras la marca del medio maratón dos liebres dejaron la carrera y Gebrselassie se quedó con Rop, Wondimu y Limo. En el kilómetro 30 las últimas tres liebres lo dejaron sólo para que intentese el remate en los últimos 12 kilómetros y 195 metros. El viento a favor El ritmo hace altura de la carrera apuntaba a un tiempo final de 2:05, con lo que Gebrselassie no lograría el objetivo de mejorar el récord mundial. En esas circunstancias, el etíope tenía que acelerar y aceleró, aprovechando un ligero viento a favor que era una especie de indemnización del clima de Berlín al viento en contra con que lo había castigado hace un año. La galopada solitaria de Haile Gebrselassie este año fue coronada con éxito y ello ya se anunció en el kilómetro 35 cuando los cronómetros estaban en 1:43:38 y el tiempo era claramente otra vez de récord mundial. La plusmarca de la legendaria distancia de los 42 kilómetros y 195 metros había sido el objetivo de Gebrselassie desde que, tras haberlo ganado todo en la pista en los 5.000 y 10.000 metros y haber acumulado récords, había decidido probar suerte en el maratón. El récord de Berlín es el vigésimo quinto récord mundial que logra Gebrselassie. Sin embargo, con ello no han terminado sus sueños. "Mis objetivos no terminan aquí. Quiero estar en los Mundiales de Berlín y en los Olímpicos de Pekín", dijo el etíope, de 37 años de edad.